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© Diego Pérez / WWF Perú

Se va la barca

Después de casi dos años de espera, esfuerzo y sacrificio, finalmente la comunidad nativa de Puerto Esperanza logrará ver los frutos de su trabajo en el bosque.
Diciembre 2013. Después de casi dos años de espera, esfuerzo y sacrificio, finalmente la comunidad nativa de Puerto Esperanza logrará ver los frutos de su trabajo en el bosque.

Puerto Esperanza tomó la decisión de apostar por el manejo sostenible de sus bosques, por lo que firmó un contrato con la empresa certificada “Consorcio Forestal Amazónico” (CFA), la cual se encargaría de realizar la extracción y transporte de la madera hasta el puerto de venta, cobrándose el servicio con un porcentaje de la misma madera extraída.

De esta forma, en octubre del 2012 Puerto Esperanza obtuvo la certificación FSC de manejo forestal, requisito del contrato con CFA, asegurando su cumplimiento con los exigentes estándares internacionales de sostenibilidad económica, social y ambiental.

Lamentablemente, gracias a la inusual temporada de lluvias del año 2012, no se pudo terminar de transportar la madera de la primera “Parcela de Corta Anual” (PCA01) hasta el puerto de venta (las carreteras forestales deben estar adecuadamente secas para su uso constante). Sin embargo, los comuneros no desmayaron y continuaron el 2013, junto con la segunda parcela de corta anual (PCA02) continuaron sin descanso, a la espera de mejores condiciones climáticas. De esta forma, tan pronto estuvieron aptas las vías de acceso, se transportó toda la madera hasta el puerto de venta -a finales del 2013-. Desde ese momento y hasta la fecha ya se vendió aproximadamente el 90% del volumen total, generando ingresos por más de S/. 725,000.

Los comuneros de Puerto Esperanza emplearán este dinero para la implementación del “Plan de Inversión”. Este documento recoge la voluntad de la comunidad y prioriza las inversiones en salud, educación e infraestructura, además de destinar más de 300 mil soles para continuar manejando sus bosques.

Pero la historia no termina ahí. Puerto Esperanza está negociando un tercer contrato de aprovechamiento con CFA, asegurando el manejo responsable de sus bosques y la continua mejora en la calidad de vida de sus pobladores. La sostenibilidad en el manejo forestal comunitario no es utópica, Puerto Esperanza puede hablar mucho de ello.

 
© Diego Pérez / WWF Perú
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