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Serie ¿Adónde fue a parar Rio 92? ¿Adónde va Rio+20?

 Entrevista Thomas Lovejoy

 Entrevista Thomas Lovejoy

El ambientalista americano Thomas Lovejoy, profesor titular de Ciencia y Política Ambiental de la Universidad George Mason y presidente de Biodiversidad del Centro Heinz para la Ciencia, la Economía y el Medio Ambiente, estudia la Amazonia desde hace más de 40 años.

Lovejoy visitó la Amazonia por primera vez en 1965. La experiencia acumulada durante los años de estudio de este bioma lo llevó a concebir ideas como la de permitir que los países en desarrollo desarrollen actividades de conservación a cambio de la reducción de su deuda externa.

Es un entusiasta del sistema de pagos por servicios ambientales y de los mecanismos de compensación de carbono, tales como la Reducción de Emisiones de Carbono causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD) y se muestra preocupado por la destrucción de los biomas: llegar a la deforestación de un quinto de la Amazonia podría ser irreversible.

En Brasil, Lovejoy es miembro de la junta de la Fundación Brasileña para el Desarrollo Sostenible, de Rio De Janeiro, y ha sido galardonado con el título de la Orden de Rio Branco (1988), con la Gran Cruz de la Orden Nacional del Mérito Científico (1998) y con el premio João Pedro Cardoso de Medio Ambiente del estado de São Paulo (2011). Vea a continuación la entrevista que concedió por escrito a WWF.


¿Qué hacía usted cuando se celebró Rio-92? ¿Recuerda algún episodio especial que marcara aquella conferencia?

Yo era miembro de la delegación de EE. UU. y una de las personas a quien el grupo Tolba había invitado a acudir a Nairobi para discutir cuál debía ser el contenido de un convenio de diversidad biológica. También participe en el Foro. Un aspecto negativo que recuerdo fue la filtración del memorándum Bill Reilly en Washington, que dio lugar a que el CDB no fuera firmado por los EE. UU. También me sorprendió el compromiso de Brasil para lograr que se llevaran a cabo cosas importantes. La mayoría de los países industrializados realizó importantes contribuciones.

En su opinión, ¿qué países tuvieron una participación más destacada en Rio-92? ¿Cómo fue la participación de los países de América Latina?

Creo que la mayoría de los países más avanzados estaban comprometidos seriamente en hacer progresos sustanciales. Y hubo un acuerdo general acerca de cuáles eran los principales problemas ambientales.

¿Cuál fue el principal legado de la conferencia de Rio-92?

Las dos convenciones, la Agenda 21 y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) fueron un legado impresionante. Una decepción fue la escasa asistencia prestada en comparación con las cantidades previstas, y el fracaso general de la CMNUCC para lograr grandes progresos en la reducción de las emisiones de combustibles fósiles y sobre REDD y REDD+.

Entre las resoluciones de la conferencia, ¿hay algún ámbito en que no se hayan registrado avances?

Sobre el cambio climático, la falta de progreso se ha estancado en torno a la cuestión de quién da el primer paso, cuando en realidad no hay tiempo que perder. Sobre la biodiversidad, había tanto revuelo en torno al acceso y a la participación en los beneficios que el avance en la conservación quedó relegado a un segundo lugar. Las crecientes tasas de extinción (véase la Tercera Perspectiva Mundial sobre Diversidad Biológica) son en buena parte una consecuencia del lento comienzo.

¿Cuál debería ser el principal resultado de Rio+20?

Objetivos energéticos ambiciosos a la vez que alcanzables. Un enfoque claro en torno a la economía verde que los países puedan asumir con rapidez. Si no la gobernanza global, entonces una serie de medidas regionales y nacionales que contribuyan a un progreso significativo. Y yo añadiría un reconocimiento generalizado de que el planeta funciona como un sistema biofísico y que debe ser manejado como tal.

¿Qué opinión le merece el texto de base de Rio+20?

Los objetivos energéticos mundiales son muy loables y factibles. El programa de la economía verde es muy importante. No está claro qué podrá pasar respecto a la gobernanza mundial. La biodiversidad está prácticamente ausente de forma directa. En general, las medidas propuestas siguen siendo modestas en comparación con la escala de los problemas.


¿De qué forma pueden el sector empresarial y la sociedad civil contribuir para la conservación del medio ambiente y al desarrollo sostenible?

No tengo mucho que indicar específicamente, pero más allá de lo que las empresas pueden hacer en términos de la sostenibilidad de sus propias operaciones, pueden colaborar con la sociedad civil, que básicamente tiene los conocimientos técnicos necesarios.

¿Cuál es el papel de las economías emergentes —como los BRICS— en el impacto y las soluciones a los problemas ambientales?

Los cuatro países BRIC son muy diversos en sus trayectorias de desarrollo y, consecuentemente, en su visión de la sostenibilidad. Brasil se encuentra en una posición muy especial por su situación en general favorable en materia de energías renovables, por la gran importancia de su biodiversidad y la excelente situación de la ciencia brasileña. Cabe esperar que en Rio+20 Brasil tenga un papel enérgico y positivo, como lo hizo en la Cumbre de la Tierra.

¿En qué medida es viable la estructuración de la llamada «economía verde»? ¿Sería también importante una «economía azul»?

Es muy factible estructurar una economía «verde», pero la transición requerirá de una gran cantidad de voluntad y ayuda política. La economía «azul» se refiere a que la actividad económica tenga un efecto positivo sobre el agua y la hidrología. Hay que recordar continuamente que el agua dulce no es simplemente un líquido; también es muy importante como hábitat para la biodiversidad de agua dulce.


Desde la perspectiva del acceso de los ciudadanos a los alimentos, el agua y la energía, ¿cómo deben ver los gobiernos y la sociedad el medio ambiente? ¿Cuál es la solución de futuro para la Amazonia, para Brasil y para América Latina?

En general, se trata de respetar la naturaleza, definir una calidad de vida que sea buena para los pueblos y mucho mejor para el medio ambiente de lo que lo es el enfoque del consumo intensivo como se da en Estados Unidos. Este último es un modelo que simplemente no funciona. También es muy importante gestionar el medio ambiente y la actividad humana como un sistema y con planes integrados. Eso es válido para la Amazonia como un todo y para cada uno de los países que la componen. Y significaría revivir el Tratado de Cooperación Amazónica y fomentar otros enfoques regionales similares. La mejor medida de éxito será que parte de la biodiversidad de Brasil, de la Amazonia y de Sudamérica logre sobrevivir. Al final, como mejor se mide el impacto ambiental es a través de la diversidad biológica.
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