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Our News
WWF hace un llamado a los gobiernos de la región para aumentar la ambición climática y la protección de la naturaleza hacia una recuperación justa, verde y resiliente
- Hoy empieza el XXII Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe.
- WWF exhorta a los líderes regionales a abordar los desafíos y oportunidades de acción de las agendas de clima, biodiversidad y desarrollo sostenible.
Lima, 1o de febrero de 2021. Bajo la presidencia de Barbados y con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), hoy comienza el XXII Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe. Este espacio es una oportunidad para discutir temas como el rol de la naturaleza y la restauración de ecosistemas, la economía circular, la reducción de la contaminación y la acción climática en una recuperación sostenible. Desde WWF celebramos la intención de abordar estos desafíos que resultan prioritarios no sólo para la región, sino para el mundo, y manifestamos todo nuestro apoyo para la implementación de los compromisos y acciones que se deriven de este encuentro.
Esta reunión será la primera de una serie de importantes eventos que harán de 2021 un gran año para la naturaleza y el clima, marcando el rumbo de las decisiones transformacionales que se requieren implementar durante esta década. Por eso, hacemos un llamado a los gobiernos de la región para que este escenario permita avanzar hacia una Recuperación Verde, Justa y Resiliente, con planes de estímulos y recuperación, que reconozcan a las soluciones basadas en la naturaleza como una alternativa para ayudar a enfrentar la crisis de la naturaleza y el clima, que ofrece la oportunidad de crear empleos.
“América Latina y el Caribe es una región particularmente vulnerable a los efectos económicos, ambientales y sociales del COVID-19. Por esto, avanzar en esta senda permitirá a los países de la región reducir el riesgo de agudizar, hasta un punto de no retorno, las crisis ambientales, económicas y sociales” señaló Ximena Barrera Rey, Coordinadora de Política de América Latina de WWF.
Es prioritario que los países de la región inicien y fortalezcan un amplio diálogo para establecer los cimientos alrededor de nuevos modelos de desarrollo regional en el marco de plataformas existentes como el Pacto de Leticia, la Alianza del Pacífico, entre otros, que nos permitan cumplir con objetivos sociales y medioambientales hacia un Nuevo Acuerdo por la Naturaleza y las Personas.
La valoración de la naturaleza en los países de América Latina y el Caribe será la base de una sociedad saludable y una economía próspera que contribuirá al cumplimiento de la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Un punto central para estos nuevos modelos de desarrollo será detener la pérdida y degradación de ecosistemas naturales -hábitat de especies icónicas para el continente como el jaguar- garantizando el cumplimiento de los derechos y la continuidad de los medios de vida de los territorios indígenas locales.
Asimismo, WWF invita a los Gobiernos de América Latina a adherirse y fortalecer la implementación del Compromiso de Líderes por la Naturaleza del cual hacen parte varios países latinoamericanos- Antigua & Barbuda, Barbados, Belice, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y las islas de Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas-. Algunos de los temas fundamentales a considerar son:
El Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe será también una oportunidad para hablar sobre biodiversidad. Este año se realizará la quinceava Conferencia de las Partes (COP-15) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) en la que se negociará un nuevo Marco Mundial para la Diversidad Biológica. WWF insiste en la necesidad de aprovechar el Foro para promover el compromiso político de la región para adoptar un marco global en favor de la Naturaleza y las Personas que sea ambicioso, integral y medible. Esto con el fin de lograr la acción urgente y transformadora que se requiere a nivel global para tener un balance positivo en la naturaleza hacia 2030.
WWF ha puesto a disposición de los Gobiernos y actores interesados el documento denominado Plan de Kunming para la Naturaleza y las Personas construido a partir del documento de negociación. La visión para 2030 es detener y revertir la pérdida de biodiversidad con el fin de lograr un mundo con un balance positivo para la naturaleza, encaminándola hacia su recuperación, en beneficio de todas las personas y el planeta.
La organización ambiental también invita a los gobiernos que aún no han presentado su Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) actualizadas, a comprometerse a presentarlas este año y a que sean ambiciosas, alineadas a sus Estrategias de Largo Plazo para la Descarbonización, y que incluyan Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN). Las SbN, entendidas como acciones para proteger, gestionar de forma sostenible y restaurar ecosistemas naturales o modificados y que abordan los desafíos sociales de manera efectiva, proporcionando simultáneamente beneficios para el bienestar humano y la biodiversidad, permiten integrar las diferentes dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, social y medioambiental, y así atender las causas transversales del cambio climático. De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el 37% de la mitigación necesaria para alcanzar el objetivo de 1.5°C del Acuerdo de París, entre el 2020 y el 2030, puede ser alcanzado mediante las SbN.
Aunque los países han adoptado acuerdos para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 1,5 °C para finales de siglo, las acciones para cumplir con este objetivo no han sido suficientes y hoy se estima que la temperatura media global ha aumentado aproximadamente 1°C desde tiempos preindustriales. La actualización de las NDC representa una oportunidad para aumentar la ambición de los compromisos climáticos y dar cumplimiento a los acuerdos hechos en el marco del Acuerdo de París con miras a avanzar en los compromisos para la COP 26.
Desde WWF reiteramos la importancia de ratificar el Acuerdo Global de Plásticos, un instrumento internacional y holístico que pretende acelerar la transición hacia una economía circular para el plástico y permitir a los gobiernos y a las empresas avanzar alineados, mientras tienen un impacto positivo para atender la crisis climática. Este Acuerdo es una herramienta flexible que respondería a los contextos específicos de los países.
Se espera que este año, durante el quinto período de sesiones de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-5), se presente una resolución para iniciar negociaciones sobre dicho tratado, por lo que el XXII Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe representa una importante oportunidad para que la región avance en esta temática.
Por todo lo anterior, WWF urge a los países de la región a seguir impulsando e implementando este tipo de procesos concretos hacia la sostenibilidad, y a mostrar su liderazgo a partir de anuncios y compromisos reafirmando el llamado por una mayor ambición y transformación.
Acciones como una fuerte ambición hacia la negociación final del Marco Global de Biodiversidad post-2020 y el fortalecimiento de las SbN en la actualización de la NDC contribuirán a una recuperación verde, justa y resiliente.
“El 2021 puede ser un punto de inflexión para la naturaleza, el clima y las personas, por lo que la región necesita avanzar en un profundo proceso de reflexión sobre la relación entre los seres humanos y la naturaleza, las desigualdades sociales y los riesgos asociados a los modelos de desarrollo económico actuales” señaló Roberto Troya, Director Regional de América Latina de WWF.
Esta reunión será la primera de una serie de importantes eventos que harán de 2021 un gran año para la naturaleza y el clima, marcando el rumbo de las decisiones transformacionales que se requieren implementar durante esta década. Por eso, hacemos un llamado a los gobiernos de la región para que este escenario permita avanzar hacia una Recuperación Verde, Justa y Resiliente, con planes de estímulos y recuperación, que reconozcan a las soluciones basadas en la naturaleza como una alternativa para ayudar a enfrentar la crisis de la naturaleza y el clima, que ofrece la oportunidad de crear empleos.
“América Latina y el Caribe es una región particularmente vulnerable a los efectos económicos, ambientales y sociales del COVID-19. Por esto, avanzar en esta senda permitirá a los países de la región reducir el riesgo de agudizar, hasta un punto de no retorno, las crisis ambientales, económicas y sociales” señaló Ximena Barrera Rey, Coordinadora de Política de América Latina de WWF.
Es prioritario que los países de la región inicien y fortalezcan un amplio diálogo para establecer los cimientos alrededor de nuevos modelos de desarrollo regional en el marco de plataformas existentes como el Pacto de Leticia, la Alianza del Pacífico, entre otros, que nos permitan cumplir con objetivos sociales y medioambientales hacia un Nuevo Acuerdo por la Naturaleza y las Personas.
La valoración de la naturaleza en los países de América Latina y el Caribe será la base de una sociedad saludable y una economía próspera que contribuirá al cumplimiento de la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Un punto central para estos nuevos modelos de desarrollo será detener la pérdida y degradación de ecosistemas naturales -hábitat de especies icónicas para el continente como el jaguar- garantizando el cumplimiento de los derechos y la continuidad de los medios de vida de los territorios indígenas locales.
Asimismo, WWF invita a los Gobiernos de América Latina a adherirse y fortalecer la implementación del Compromiso de Líderes por la Naturaleza del cual hacen parte varios países latinoamericanos- Antigua & Barbuda, Barbados, Belice, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y las islas de Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas-. Algunos de los temas fundamentales a considerar son:
El Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe será también una oportunidad para hablar sobre biodiversidad. Este año se realizará la quinceava Conferencia de las Partes (COP-15) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) en la que se negociará un nuevo Marco Mundial para la Diversidad Biológica. WWF insiste en la necesidad de aprovechar el Foro para promover el compromiso político de la región para adoptar un marco global en favor de la Naturaleza y las Personas que sea ambicioso, integral y medible. Esto con el fin de lograr la acción urgente y transformadora que se requiere a nivel global para tener un balance positivo en la naturaleza hacia 2030.
WWF ha puesto a disposición de los Gobiernos y actores interesados el documento denominado Plan de Kunming para la Naturaleza y las Personas construido a partir del documento de negociación. La visión para 2030 es detener y revertir la pérdida de biodiversidad con el fin de lograr un mundo con un balance positivo para la naturaleza, encaminándola hacia su recuperación, en beneficio de todas las personas y el planeta.
La organización ambiental también invita a los gobiernos que aún no han presentado su Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) actualizadas, a comprometerse a presentarlas este año y a que sean ambiciosas, alineadas a sus Estrategias de Largo Plazo para la Descarbonización, y que incluyan Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN). Las SbN, entendidas como acciones para proteger, gestionar de forma sostenible y restaurar ecosistemas naturales o modificados y que abordan los desafíos sociales de manera efectiva, proporcionando simultáneamente beneficios para el bienestar humano y la biodiversidad, permiten integrar las diferentes dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, social y medioambiental, y así atender las causas transversales del cambio climático. De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el 37% de la mitigación necesaria para alcanzar el objetivo de 1.5°C del Acuerdo de París, entre el 2020 y el 2030, puede ser alcanzado mediante las SbN.
Aunque los países han adoptado acuerdos para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 1,5 °C para finales de siglo, las acciones para cumplir con este objetivo no han sido suficientes y hoy se estima que la temperatura media global ha aumentado aproximadamente 1°C desde tiempos preindustriales. La actualización de las NDC representa una oportunidad para aumentar la ambición de los compromisos climáticos y dar cumplimiento a los acuerdos hechos en el marco del Acuerdo de París con miras a avanzar en los compromisos para la COP 26.
Desde WWF reiteramos la importancia de ratificar el Acuerdo Global de Plásticos, un instrumento internacional y holístico que pretende acelerar la transición hacia una economía circular para el plástico y permitir a los gobiernos y a las empresas avanzar alineados, mientras tienen un impacto positivo para atender la crisis climática. Este Acuerdo es una herramienta flexible que respondería a los contextos específicos de los países.
Se espera que este año, durante el quinto período de sesiones de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-5), se presente una resolución para iniciar negociaciones sobre dicho tratado, por lo que el XXII Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe representa una importante oportunidad para que la región avance en esta temática.
Por todo lo anterior, WWF urge a los países de la región a seguir impulsando e implementando este tipo de procesos concretos hacia la sostenibilidad, y a mostrar su liderazgo a partir de anuncios y compromisos reafirmando el llamado por una mayor ambición y transformación.
Acciones como una fuerte ambición hacia la negociación final del Marco Global de Biodiversidad post-2020 y el fortalecimiento de las SbN en la actualización de la NDC contribuirán a una recuperación verde, justa y resiliente.
“El 2021 puede ser un punto de inflexión para la naturaleza, el clima y las personas, por lo que la región necesita avanzar en un profundo proceso de reflexión sobre la relación entre los seres humanos y la naturaleza, las desigualdades sociales y los riesgos asociados a los modelos de desarrollo económico actuales” señaló Roberto Troya, Director Regional de América Latina de WWF.
XXII Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe: una oportunidad para aumentar la ambición climática y la protección de la naturaleza cuando el mundo necesita una recuperación verde, justa y resiliente.
El próximo 1ro y 2 de febrero se llevará a cabo el XXII Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe con el objetivo de que las autoridades ambientales de la región discutan los desafíos y oportunidades de acción de las agendas de clima, biodiversidad y desarrollo sostenible. Este espacio se establece como el primero de una serie de importantes reuniones y eventos, que harán del 2021 un gran año para la naturaleza y el clima marcando el rumbo para la próxima década.
Bajo la presidencia de Barbados y con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Foro ha priorizado una agenda de dos días que incluye temas coyunturales, como: el rol de la naturaleza y la restauración de ecosistemas en la construcción de una recuperación sostenible, la economía circular, y la prevención de contaminación. Desde WWF celebramos la intención de abordar estos temas que resultan prioritarios no sólo para la región, sino para el mundo y manifestamos todo nuestro apoyo para la implementación de los compromisos y acciones que se deriven de este encuentro.
En el marco de estas prioridades, hacemos un llamado a los gobiernos latinoamericanos y caribeños a:
Bajo la presidencia de Barbados y con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Foro ha priorizado una agenda de dos días que incluye temas coyunturales, como: el rol de la naturaleza y la restauración de ecosistemas en la construcción de una recuperación sostenible, la economía circular, y la prevención de contaminación. Desde WWF celebramos la intención de abordar estos temas que resultan prioritarios no sólo para la región, sino para el mundo y manifestamos todo nuestro apoyo para la implementación de los compromisos y acciones que se deriven de este encuentro.
En el marco de estas prioridades, hacemos un llamado a los gobiernos latinoamericanos y caribeños a:
1. Avanzar hacia una Recuperación Verde, Justa y Resiliente
América Latina y el Caribe es una región particularmente vulnerable a los efectos económicos y sociales del COVID-19. Las altas tasas de desigualdad, desempleo y pobreza han contribuido a la profundización de una crisis social que ha tenido un alto impacto sobre la vida de las personas. Por esto, avanzar hacia una recuperación verde, justa y resiliente permitirá a los países reducir el riesgo de agudizar, hasta un punto de no retorno, las crisis sociales, ambientales y económicas de la región.
Nos encontramos ante la oportunidad de que la región inicie un amplio diálogo para establecer los cimientos alrededor de nuevos modelos de desarrollo regional, que nos permitan cumplir con objetivos sociales y medioambientales, y desarrollar un verdadero Nuevo Acuerdo por la Naturaleza y las Personas. Es decir, debemos consagrarnos hacia una transición justa y verde que conduzca a economías de baja emisión de carbono, ambiental y socialmente sostenibles, que generen nuevas fuentes de trabajo, equidad e inclusión social, justicia social, que estén orientadas hacia la erradicación de la pobreza en la región, al mismo tiempo reviertan la pérdida de la biodiversidad y enfrenten el cambio climático. La valoración de la naturaleza en los países de América Latina y el Caribe será la base de una sociedad saludable y una economía próspera que contribuirán al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los planes de estímulo y recuperación ofrecerán a los países de América Latina y el Caribe la oportunidad de situar a las personas y la naturaleza en el corazón del proceso de recuperación económica, por lo que estos deben procurar avanzar en soluciones que hayan demostrado proporcionar beneficios para las personas y la naturaleza, por ejemplo:
● Alinear los flujos financieros públicos y privados hacia oportunidades de inversión sostenible.
● Generar nuevas y diversas fuentes de empleo con bajo impacto en carbono y que procuren la protección de la naturaleza.
● Invertir en transformaciones sectoriales (sector energético, agrícola, etc.) e innovaciones tecnológicas que hagan frente a los impactos del cambio climático para reducir la desigualdad y la vulnerabilidad de las poblaciones.
● Detener la deforestación y la degradación de los bosques, garantizando el cumplimiento de los derechos y la continuidad de los medios de vida de los territorios indígenas locales.
● Generar oportunidades a través de la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, incluyendo la implementación de soluciones basadas en la naturaleza para enfrentarse a cuestiones sociales y medioambientales.
2. Liderar negociaciones ambiciosas para el Marco Mundial de la Diversidad Biológica post-2020
En el 2021 se llevará a cabo la quinceava Conferencia de las Partes (COP-15) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), un espacio en el que países de todo el mundo discutirán y negociarán un nuevo Marco Mundial para la Diversidad Biológica (MMDB) posterior al 2020 que se constituirá como la hoja de ruta hacia la acción urgente y transformadora que se requiere a nivel global para lograr un balance positivo en la naturaleza hacia 2030.
Al respecto, WWF ha hecho un análisis juicioso por medio del cual se ha determinado que el borrador actual del plan de biodiversidad de la ONU puede ser más ambicioso y completo para abordar la crisis mundial de la naturaleza. Bajo este contexto, WWF ha desarrollado un documento de debate, denominado Plan de Kunming para la Naturaleza y las Personas, en el cual se presentan las propuestas de WWF para que el Marco Global de Biodiversidad post 2020 que sea transformador, integral y medible, listo para su implementación en cuanto fuese aprobado. El plan propone una visión para 2030 de detener y revertir la pérdida de biodiversidad con el fin de lograr un mundo con un balance positivo para la naturaleza, encaminándola hacia su recuperación, en beneficio de todas las personas y el planeta. Para este fin se proponen 6 objetivos medibles en ecosistemas, especies, uso sostenible, beneficios de la naturaleza para todas las personas, acceso y participación en los beneficios a partir de recursos genéticos y recursos y apoyo para la implementación. Los objetivos se apoyarán en 23 metas de Kunming medibles que abordan problemas en los que se requieren acciones concretas y medibles de aquí a 2030.
Ponemos a disposición de los gobiernos latinoamericanos este documento en un momento en el que los países nuevamente se preparan para reiniciar las conversaciones sobre un marco de biodiversidad que quedaron pospuestas a raíz de la pandemia. Esperamos que el documento sea útil e inspire a las Partes a diseñar y adoptar un marco en favor de la Naturaleza y las Personas, dando continuidad al Compromiso de Líderes por la Naturaleza del cual hacen parte varios países de la región, como: Antigua & Barbuda, Barbados, Belice, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y las islas de Santa Lucía y San Vicente, y las Granadinas.
3. Ratificación del Acuerdo Global de Plásticos
América Latina y el Caribe es una región fuertemente afectada por la contaminación plástica. Según el informe Perspectivas de Gestión de Residuos para América Latina y el Caribe (2018) alrededor de 145.000 toneladas/día de residuos se depositan en vertederos abiertos, incluidas 17.000 toneladas/día de residuos plásticos. Esto se ha convertido en una alarmante problemática, considerando que la región alberga 5 de los países con mayor biodiversidad del mundo. De hecho, el río Amazonas, que atraviesa 9 países de Suramérica, se encuentra entre los 20 más contaminados por plásticos del mundo.
En ese sentido, el Acuerdo Global de Plásticos como un instrumento internacional y holístico pretende acelerar la transición hacia una economía circular para el plástico y permitir a los gobiernos y a las empresas avanzar alineados, mientras tienen un impacto positivo para atender la crisis climática. Este Acuerdo es una herramienta flexible que respondería a los contextos específicos de los países y que permitiría la flexibilidad necesaria para abordar los problemas que enfrenta determinado país.
Se espera que este año, durante el quinto período de sesiones de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA5), se presente una resolución para iniciar negociaciones sobre dicho tratado, por lo que el XXII Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe representa una importante oportunidad para que la región avance en esta temática.
4.Contribuciones Nacionalmente Determinadas ambiciosas con Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN)
A medida que las temperaturas aumentan a 1,5°C de calentamiento, los efectos sobre la naturaleza pueden ser irreversibles. Sin embargo, no estamos haciendo lo suficiente para evitar estos cambios. Aunque los países han adoptado acuerdos para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 1,5 °C para finales de siglo, las acciones para cumplir con este objetivo no han sido suficientes y hoy se estima que la temperatura media global ha aumentado aproximadamente 1°C desde tiempos preindustriales.
En ese sentido, la actualización de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) representa una oportunidad para aumentar la ambición de los compromisos climáticos y así dar cumplimiento a los acuerdos hechos en el marco del Acuerdo de París.
La inclusión de Soluciones basadas en la Naturaleza -entendidas como acciones para proteger, gestionar de forma sostenible y restaurar ecosistemas naturales o modificados, que abordan los desafíos sociales de manera efectiva y adaptativamente, proporcionando simultáneamente beneficios para el bienestar humano y la biodiversidad (UICN, 2016)- permitirá abordar simultáneamente las diferentes dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, social y medioambiental, y así abordar las causas transversales del cambio climático. De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el 37% de la mitigación necesaria para alcanzar el objetivo de 2°C del Acuerdo de París, entre el 2020 y el 2030, puede ser alcanzado mediante Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN).
En ese sentido, los países de la región deben seguir impulsando este tipo de procesos y mostrar el liderazgo a partir de los anuncios y compromisos reafirmando el llamado por una mayor ambición y acción. Acciones como una fuerte ambición en el Marco Global de Biodiversidad post-2020 y en la actualización de la NDC contribuirán a una recuperación verde y justa. El 2021 puede ser un punto de inflexión para la naturaleza climática y las personas, por lo que necesitamos avanzar en un profundo proceso de reflexión sobre la relación entre los seres humanos y la naturaleza, las desigualdades sociales y los riesgos asociados a los modelos de desarrollo económico actuales.
Nos encontramos ante la oportunidad de que la región inicie un amplio diálogo para establecer los cimientos alrededor de nuevos modelos de desarrollo regional, que nos permitan cumplir con objetivos sociales y medioambientales, y desarrollar un verdadero Nuevo Acuerdo por la Naturaleza y las Personas. Es decir, debemos consagrarnos hacia una transición justa y verde que conduzca a economías de baja emisión de carbono, ambiental y socialmente sostenibles, que generen nuevas fuentes de trabajo, equidad e inclusión social, justicia social, que estén orientadas hacia la erradicación de la pobreza en la región, al mismo tiempo reviertan la pérdida de la biodiversidad y enfrenten el cambio climático. La valoración de la naturaleza en los países de América Latina y el Caribe será la base de una sociedad saludable y una economía próspera que contribuirán al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los planes de estímulo y recuperación ofrecerán a los países de América Latina y el Caribe la oportunidad de situar a las personas y la naturaleza en el corazón del proceso de recuperación económica, por lo que estos deben procurar avanzar en soluciones que hayan demostrado proporcionar beneficios para las personas y la naturaleza, por ejemplo:
● Alinear los flujos financieros públicos y privados hacia oportunidades de inversión sostenible.
● Generar nuevas y diversas fuentes de empleo con bajo impacto en carbono y que procuren la protección de la naturaleza.
● Invertir en transformaciones sectoriales (sector energético, agrícola, etc.) e innovaciones tecnológicas que hagan frente a los impactos del cambio climático para reducir la desigualdad y la vulnerabilidad de las poblaciones.
● Detener la deforestación y la degradación de los bosques, garantizando el cumplimiento de los derechos y la continuidad de los medios de vida de los territorios indígenas locales.
● Generar oportunidades a través de la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, incluyendo la implementación de soluciones basadas en la naturaleza para enfrentarse a cuestiones sociales y medioambientales.
2. Liderar negociaciones ambiciosas para el Marco Mundial de la Diversidad Biológica post-2020
En el 2021 se llevará a cabo la quinceava Conferencia de las Partes (COP-15) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), un espacio en el que países de todo el mundo discutirán y negociarán un nuevo Marco Mundial para la Diversidad Biológica (MMDB) posterior al 2020 que se constituirá como la hoja de ruta hacia la acción urgente y transformadora que se requiere a nivel global para lograr un balance positivo en la naturaleza hacia 2030.
Al respecto, WWF ha hecho un análisis juicioso por medio del cual se ha determinado que el borrador actual del plan de biodiversidad de la ONU puede ser más ambicioso y completo para abordar la crisis mundial de la naturaleza. Bajo este contexto, WWF ha desarrollado un documento de debate, denominado Plan de Kunming para la Naturaleza y las Personas, en el cual se presentan las propuestas de WWF para que el Marco Global de Biodiversidad post 2020 que sea transformador, integral y medible, listo para su implementación en cuanto fuese aprobado. El plan propone una visión para 2030 de detener y revertir la pérdida de biodiversidad con el fin de lograr un mundo con un balance positivo para la naturaleza, encaminándola hacia su recuperación, en beneficio de todas las personas y el planeta. Para este fin se proponen 6 objetivos medibles en ecosistemas, especies, uso sostenible, beneficios de la naturaleza para todas las personas, acceso y participación en los beneficios a partir de recursos genéticos y recursos y apoyo para la implementación. Los objetivos se apoyarán en 23 metas de Kunming medibles que abordan problemas en los que se requieren acciones concretas y medibles de aquí a 2030.
Ponemos a disposición de los gobiernos latinoamericanos este documento en un momento en el que los países nuevamente se preparan para reiniciar las conversaciones sobre un marco de biodiversidad que quedaron pospuestas a raíz de la pandemia. Esperamos que el documento sea útil e inspire a las Partes a diseñar y adoptar un marco en favor de la Naturaleza y las Personas, dando continuidad al Compromiso de Líderes por la Naturaleza del cual hacen parte varios países de la región, como: Antigua & Barbuda, Barbados, Belice, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y las islas de Santa Lucía y San Vicente, y las Granadinas.
3. Ratificación del Acuerdo Global de Plásticos
América Latina y el Caribe es una región fuertemente afectada por la contaminación plástica. Según el informe Perspectivas de Gestión de Residuos para América Latina y el Caribe (2018) alrededor de 145.000 toneladas/día de residuos se depositan en vertederos abiertos, incluidas 17.000 toneladas/día de residuos plásticos. Esto se ha convertido en una alarmante problemática, considerando que la región alberga 5 de los países con mayor biodiversidad del mundo. De hecho, el río Amazonas, que atraviesa 9 países de Suramérica, se encuentra entre los 20 más contaminados por plásticos del mundo.
En ese sentido, el Acuerdo Global de Plásticos como un instrumento internacional y holístico pretende acelerar la transición hacia una economía circular para el plástico y permitir a los gobiernos y a las empresas avanzar alineados, mientras tienen un impacto positivo para atender la crisis climática. Este Acuerdo es una herramienta flexible que respondería a los contextos específicos de los países y que permitiría la flexibilidad necesaria para abordar los problemas que enfrenta determinado país.
Se espera que este año, durante el quinto período de sesiones de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA5), se presente una resolución para iniciar negociaciones sobre dicho tratado, por lo que el XXII Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe representa una importante oportunidad para que la región avance en esta temática.
4.Contribuciones Nacionalmente Determinadas ambiciosas con Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN)
A medida que las temperaturas aumentan a 1,5°C de calentamiento, los efectos sobre la naturaleza pueden ser irreversibles. Sin embargo, no estamos haciendo lo suficiente para evitar estos cambios. Aunque los países han adoptado acuerdos para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 1,5 °C para finales de siglo, las acciones para cumplir con este objetivo no han sido suficientes y hoy se estima que la temperatura media global ha aumentado aproximadamente 1°C desde tiempos preindustriales.
En ese sentido, la actualización de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) representa una oportunidad para aumentar la ambición de los compromisos climáticos y así dar cumplimiento a los acuerdos hechos en el marco del Acuerdo de París.
La inclusión de Soluciones basadas en la Naturaleza -entendidas como acciones para proteger, gestionar de forma sostenible y restaurar ecosistemas naturales o modificados, que abordan los desafíos sociales de manera efectiva y adaptativamente, proporcionando simultáneamente beneficios para el bienestar humano y la biodiversidad (UICN, 2016)- permitirá abordar simultáneamente las diferentes dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, social y medioambiental, y así abordar las causas transversales del cambio climático. De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el 37% de la mitigación necesaria para alcanzar el objetivo de 2°C del Acuerdo de París, entre el 2020 y el 2030, puede ser alcanzado mediante Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN).
En ese sentido, los países de la región deben seguir impulsando este tipo de procesos y mostrar el liderazgo a partir de los anuncios y compromisos reafirmando el llamado por una mayor ambición y acción. Acciones como una fuerte ambición en el Marco Global de Biodiversidad post-2020 y en la actualización de la NDC contribuirán a una recuperación verde y justa. El 2021 puede ser un punto de inflexión para la naturaleza climática y las personas, por lo que necesitamos avanzar en un profundo proceso de reflexión sobre la relación entre los seres humanos y la naturaleza, las desigualdades sociales y los riesgos asociados a los modelos de desarrollo económico actuales.