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WWF y Bureo reciben Premio Nacional Ambiental Antonio Brack Egg 2019 por proyecto de reciclaje de redes de pesca

El proyecto propone crear un negocio a partir del reciclaje de redes de pesca beneficiando a comunidades de pescadores artesanales.

  1. 640,000 a 800,000 toneladas de redes se abandonan en nuestros océanos cada año
  2. El proyecto propone crear un negocio a partir del reciclaje de redes de pesca beneficiando a comunidades de pescadores artesanales.
  3. El Gremio de Pescadores Artesanales de Los Órganos y las comunidades de pescadores de Coishco y Santa, así como las empresas industriales CFG-COPEINCA, TASA y Austral se han comprometido ha reciclar sus redes de pesca, siendo los primeros actores del sector pesquero en hacerlo en el Perú.
 

El Premio Nacional Ambiental Antonio Brack Egg es el es el máximo reconocimiento que el Estado otorga a iniciativas de buenas prácticas ambientales que contribuyen a un mejor manejo de los recursos naturales, protección de ecosistemas y solución de problemas ambientales. El premio se otorga desde el 2014  y es en memoria del primer ministro del ambiente Antonio Brack Egg reconocido por promover el cuidado y protección del medio ambiente.

WWF y Bureo ganaron en la categoría de Perú Limpio, mención “Manejo de residuos sólidos” con el proyecto “REDCICLA: Creando un modelo de economía circular para de redes de pesca abandonadas, pérdidas o descartadas en el Perú con pescadores artesanales y empresas industriales.” El premio fue entregado el 18 de diciembre en el Palacio de Gobierno por el Presidente de la República Martín Vizcarra y la Ministra del Ambiente Fabiola Muñoz.

¿Porque es importante este reconocimiento?

En el Perú no existe una disposición final adecuada para las redes de pesca al final de su vida útil. Ante ello, la opción más viable para los pescadores artesanales normalmente es descartarlas en el mar o en los alrededores de sus comunidades. Otras veces las terminan quemando, ocasionando problemas respiratorios por la inhalación de humos tóxicos generados. Y en el mar, tiene como consecuencia la pesca de recursos que no son aprovechados, afectando poblaciones de especies marinas y al ecosistema. A esta problemática se le conoce como pesca fantasma.

 Según estudios por la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el 48% de las islas de plástico en el océano están compuesta por redes de pesca. La FAO estima que el 10% de todos los desechos marinos están compuestos por redes de pesca abandonadas o redes fantasma. Estas “redes fantasma” son la forma más letal de basura marina, afectando aproximadamente 45% de las especies de mamíferos marinos, 21% de aves marinas y el 100% de las especies de tortugas marinas en el mundo, según el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD). Además, se estima que entre el 5% y el 30% de los stocks de pesca disponible se ven afectados por la pesca fantasma en todo el mundo, lo que representa una amenaza para la salud humana y los medios de vida, así como para la seguridad alimentaria mundial (Antonelis et al., 2011; NOAA, 2015 ; Scheld et al., 2016).

Más información sobre el proyecto:

Con el objetivo de evitar que más redes contaminen el mar peruano, WWF Perú y la empresa recicladora de redes de pesca, Bureo, diseñaron un proyecto para crear un modelo de economía circular para redes de pesca que han cumplido su ciclo de vida y abandonadas, pérdidas o descartadas en el Perú, con pescadores artesanales y empresas industriales. El proyecto plantea la recolección de estas redes que luego son procesadas por Bureo, la cual utiliza las redes como materia prima para crear productos como juegos, ropa, lentes, entre otros.

El proyecto funciona con  dos componentes, el primero es el trabajo con las comunidades costeras, aquí se tiene dos modelos. En la comunidad de Los Órganos en Piura se cuentan con un Desembarcadero Pesquero Artesanal (DPA)  donde se ubica un centro de acopio que hasta la fecha almacena más de 1,000 kg de redes de pesca que los pescadores artesanales y personas de la comunidad depositan de manera voluntaria para que luego el administrador del DPA se encargue de la posterior venta a Bureo. El otro modelo se ve en las comunidades de Coishco y Santa en Chimbote, donde no se cuenta con un DPA, sino que mujeres de la comunidad tomaron el cargo de recolectar las redes de pesca artesanales y almacenarlas para la posterior venta. Ambos modelos generan ingresos que serán utilizados para beneficio de las comunidades.

El segundo componente es la donación de redes industriales en desuso de las empresas Copeinca, Tasa y Austral a la empresa Bureo, que se encarga de la logística  y recolección, contando actualmente con más de 50,000 kg de redes en desuso.  Esta contribución genera fondos que son invertidos en las comunidades costeras para educación ambiental sobre la problemática y en la replicación del modelo a otras comunidades.

Cabe recalcar que en 1 año de proyecto se obtuvo el compromiso de las empresas industriales y las comunidades costeras mencionadas para buscar soluciones. Confirmando que trabajando de la mano se pueden impulsar buenas prácticas ambientales y llegar a un buen manejo de residuos.

Este proyecto ha podido ser desarrollado gracias al financiamiento recibido  por el Departamento de Estado de los Estados Unidos. En el 2020 esperamos ser más para hacer más.

 
© MINAM
Jose Carlos Ávarez Claux coordinador del proyecto en WWF, Alfonso Aguilar Portugal representante de la empresa Bureo.
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